Norcorea desafía a Trump con misil
Nada frena a Corea del Norte. Ni las ocho rondas de sanciones de la ONU ni el estrangulamiento económico ni las amenazas de destrucción masiva de EU. El régimen de Pyongyang puso fin hoy a más de dos meses de inactividad y lanzó un nuevo misil que, tras alcanzar una altura récord, acabó en el mar de Japón.
La prueba, la vigésima del año, arruina las esperanzas de una apertura de negociaciones y reinstaura la retórica bélica que ha presidido este pulso desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
La carrera es contrarreloj. Los expertos de la CIA y los analistas surcoreanos consideran que a Corea del Norte le faltan solo unos pocos meses para alcanzar su objetivo: un misil balístico intercontinental con capacidad para estrellar una bomba atómica en suelo estadounidense.
Tras conocer el lanzamiento, Trump, que en otras ocasiones se ha lanzado a insultar a Kim Jong-un, se mostró extrañamente circunspecto. Afirmó que había tomado nota y subrayó que la prueba no modificaba la estrategia estadounidense. "Nos vamos a ocupar de ello", dijo.
Tras conocer el lanzamiento, Trump, que en otras ocasiones se ha lanzado a insultar a Kim Jong-un, se mostró extrañamente circunspecto. Afirmó que había tomado nota y subrayó que la prueba no modificaba la estrategia estadounidense. "Nos vamos a ocupar de ello", dijo crípticamente.
Por su parte, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, avisó a Kim Jong-un de que la paz entre ambos países no es posible si insiste en sus "aventuras" militares.
Japón, Corea del Sur y Estados Unidos solicitaron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para analizar el último lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte. El encuentro tendrá lugar este mismo miércoles, según informó la delegación estadounidense. El Gobierno de Estados Unidos abogará por nuevas sanciones, anunció la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.