Aumentan 100% casos de sífilis
La cifra de casos de sífilis atendidos en la entidad durante 2017 se ha incrementado más de un 100 por ciento con relación al mismo periodo de 2016.
Lo anterior de acuerdo con el último reporte de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, actualizado al 9 de diciembre pasado, en el que se informa que son 80 casos de sífilis en Durango.
Mientras tanto, durante el mismo periodo pero del año pasado, el reporte oficial era de 37 casos.
Del total de pacientes atendidos por esta enfermedad de transmisión sexual, 30 son de varones y 50 de mujeres.
Esto significa que el 62.5 por ciento de las personas que han recibido atención o se encuentran en tratamiento, son del sexo femenino.
A nivel nacional, la incidencia es opuesta, ya que de los cuatro mil 357 casos reportados durante el referido periodo, dos mil 627 son de hombres y mil 730 de mujeres.
Esto deja ver que en el país el 39.7 de las personas atendidas por sífilis corresponden al sexo femenino; totalmente contrario a lo que ocurre en Durango.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, esta es una enfermedad causada por la bacteria Treponema Pallidum que por lo general se transmite por la vía sexual aunque, aunque también es posible que exista transmisión de madre a hijo durante el embarazo, aunque dicha estadística se lleva a parte.
La sífilis se presenta de la siguiente manera: Tras un periodo de incubación de tres semanas, aparece una lesión en el sitio donde la bacteria ingresó al cuerpo.
Generalmente no causa dolor y es posible que no se detecte su presencia; desaparece en un lapso de tiempo de entre tres a seis semanas después.
Luego aparecen erupciones en la piel o llagas en distintas zonas, además de que puede haber dolor muscular, articular, de cabeza, de garganta, pérdida de peso y fatiga.
Si no se ha recibido tratamiento, se presenta la fase avanzada con síntomas como parálisis, dificultad para realizar movimientos musculares, ceguera, entumecimiento y hasta demencia.
La enfermedad es curable si se recibe el tratamiento adecuado que consiste en la administración de antibióticos, aunque varios de los daños causados por la infección ya no desaparecen.