Inicia la 'fiebre' por acudir a gimnasios
Los gimnasios de la ciudad presentan llenas sus áreas de acondicionamiento físico en los horarios de 6:00 a 8:00 de la mañana y por la tarde a partir de las 6:00 pm y hasta las 9:00 pm. Esto es así, cada inicio de año, indican los entrenadores, quienes dicen que esta temporada para ellos es considerada como alta, al menos hasta Semana Santa. Luego, consecuentemente, va disminuyendo la afluencia de clientes.
Tanto los negocios dedicados a las clases de zumba, pesas o fitness presentan una muy buena afluencia. Dicha actividad obedece al intento de cumplir con los propósitos de año nuevo por parte de las personas que desean mantener, o bien, trabajar un cuerpo atractivo y sano. Otros más solamente desean regresar a su peso hasta antes de que llegara diciembre, dicen.
Las mensualidades en las cuales estas negociaciones ofertan su servicio de acondicionamiento físico son en promedio de 250 a 350 pesos, con variantes en algunos casos, pues los hay hasta los que ofrecen asesoría nutricional personalizada por parte de un profesionista en el área y así complementar el ejercicio con una alimentación sana.
El personal que labora en estos son instructores con certificación en su área, lo que da certeza a los asistentes de ponerse en manos expertas para el mejoramiento de su condición física. En promedio, quienes acuden a estos sitios son personas de 17 a 35 años, hombres y mujeres. Disminuye la afluencia de personas mayores de 40 años.
Cada principio de año es lo mismo: montones de personas deseosas de volverse saludables pero conforme el paso de los días y lo difícil para algunos la motivación van claudicando. Son pocos los que permanecen en su intento por seguir su rutina deportiva para sentirse y verse bien, argumenta uno de los propietarios de un conocido gimnasio e instructor de pesas desde hace cinco años. La mayoría deserta en marzo y solo se quedan en meras intenciones, dijo.
Las personas a las que no les agrada ejercitarse en un gimnasio optan por hacerlo al aire libre, acudiendo al parque San José, o bien, correr sobre el circuito del campo de la secundaria hacia el sur de la ciudad, sin pagar cuotas e inscripciones y aprovechando las mañanas, o bien, la caída del sol.