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Liderazgo exepcional: acciones o palabrería

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ PH.D.

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ PH.D.
"Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso".— Confucio

Claro qué si existen políticos con virtudes éticas, se encuentran recorriendo la historia: Melchor Múzquiz; presidente de la república en 1832; ejemplo de honradez; reconocido por ser sencillo y humilde en el trato con los demás, lo que le generó el aprecio de todo el pueblo. Ofreció siempre cuentas perfectas, jamás se le atribuyó el mínimo desfalco. Cuando dejó la presidencia, simplemente se fue a su casa; reprendió, frente a frente, a Antonio López de Santa Anna por sus deshonestidades. Lógico: murió en la pobreza.

En el caso de la "experiencia", pues va de una a otra; Santa Anna tenía mucha, había sido nueve veces presidente; Porfirio Díaz también, porque duró 31 años en el poder, Calles no se diga, gobernó desde adentro y desde afuera del cargo; depende de qué "experiencia" estemos hablando; algunos llegan al cargo "a aprender".

Todo lazo social está basado en la confianza; y de preferencia, en la confianza mutua. Es el pegamento que une a las personas, en particular, al líder con su comunidad. El que es vulnerable y recibe apoyo de su gobernante, sabe que éste es confiable, entonces se entrega a él; lo acompañará en cualquier aventura y subirá los límites al extremo; pero una vez perdida, ya es imposible recuperarla. Los republicanos siguieron a Benito Juárez en su lucha contra el imperio, aún en los momentos en que parecía que todo estaba perdido; había la certidumbre de triunfar bajo su mando.

La honorabilidad es la cualidad que hace a una persona digna de respeto. Juan Álvarez Hurtado, presidente de México en 1855; luchó en la independencia, en múltiples batallas por la liberalidad; contra la invasión americana; encabezó la Revolución de Ayutla contra Santa Anna y finalmente luchó contra el imperio. En su fugaz gobierno acogió a grandes intelectuales, por ello lo hizo brillante; escribió; "Quiero Testimoniar que soy leal a mi patria... Quiero que la nación conozca que defiendo las instituciones que han de hacerla feliz; quiero que el país se nivele en progreso y civilización a las primeras potencias de Europa".

Garantizar estabilidad y orden. A lo largo de la historia mexicana, el momento cúlmen de esta propuesta sucedió con Porfirio Díaz, con su paz porfirista, obtenida con aquel episodio de "Mátenlos en Caliente" sucedido precisamente en Veracruz.

La caracterización que el ejecutivo federal brindó esta semana para su sucesor en Veracruz; nos demuestran algo que muchos no habíamos querido ver: "Que él sí ha movido a México". Sorprende comprender, según sus propias palabras, que en 2012 las condiciones eran radicalmente opuestas a las actuales; por lo tanto, quien llegara entonces a la presidencia de la república, no tendría que haber poseído las virtudes que ahora si se exigen: "cumplir su gobierno con honradez, experiencia, confianza, honorabilidad y certidumbre, además garantizar estabilidad y orden; pues es lo que el país demanda actualmente" (lo subrayado es inclusión de este columnista).

Estas palabras son excepcionales para un presidente de la república que se la tiene que pasar bateando de regreso todas las bolas que le lanza la sociedad nacional e internacional. Bola ataques institucionales a candidato opositor: que ha llevado a intelectuales, académicos y población en general, incluso al propio INE a exigirle que se abstenga y le pidan a la PGR que resuelva mejor las 24 denuncias por desvío de más de 2,130 millones de pesos de SEDESOL bajo dos secretarios, entre otras muchas similares. Bola Ayotzinapa: que desde hace tiempo ha centrado la visión del gobierno como órgano represor, torturador y violador de los derechos humanos. Y para que relanzar las bolas que ya todos conocen: perdón de PGR a César Duarte, a Lozoya y no tocar lo del socavón; lo de OHL, la "Estafa Maestra", el brutal Nepotismo en el poder judicial; etc., etc., etc.

La desesperación por conservar el poder a como dé lugar provoca utilizar cualquier institución, (PGR; INE o TEPJF) para realizar un "golpe del estado" contra los electores; como ocurrió en Coahuila, por ello se llevaron al principal artífice de este mega-fraude para que lo coordine ahora a nivel federal. Todo esto expone esa absoluta incompetencia; carencia de la reflexión adecuada para emitir juicios sobre la realidad vigente; sus expresiones demuestran un desapego con la sensibilidad del mexicano que en su inmensa mayoría (79%), lo desaprueba. Además, están claras las evidencias del fracaso de su gobierno al analizar los resultados de las famosas reformas estructurales: como ejemplos la gasolina magna costaba $9.80 cuando él entró y ahora se vende mínimo en $17:00; lo mismo pasa con el gas para uso doméstico, de $11:00 a $20:00 y, aunque él no es la señora de la casa, las tortillas, alimento básico del mexicano promedio, subieron de $8.00 a $15.00

Y bien, si sólo ve a un candidato virtuoso y tenemos claro que el presidente de la república es "Comandante supremo de las fuerzas armadas"; "Guardián de la economía del país"; "Máximo representante de México ante el mundo"; "vigía del bienestar popular" y tantos otros atributos que, como retos debe superar, ¿dónde están las evidencias del actual y del visible que deberán ser ejemplo para la generación actual y siguientes? Realmente: "Por sus obras los conoceréis".

Escrito en: LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ PH.D. gobierno, presidente, Anna, república

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