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Hawking

YAMIL DARWICH

YAMIL DARWICH

El mundo ha perdido a una de sus mentes más privilegiadas: Stephen William Hawking - Oxford, 1942 - Cambridge, 2018 - el hombre que dejó huella en el pensamiento científico y modificó, con mucho, las teorías de la astrofísica, a pesar de sufrir Esclerosis Lateral Amiotrófica, enfermedad degenerativa por la que le pronosticaron muerte temprana y que el venció durante decenas de años.

Estudiante del doctorado en Trinity College Hall de Cambridge, conoció y casó con Jane Wayline, procreando tres hijos, para posteriormente separarse de ella y unirse a su enfermera, quien siempre demostró un gran y apasionado amor por el científico, cuidándolo hasta el último momento de su vida.

Su historia fue plasmada en "La teoría del todo", que se apega con mucho a su vida, recomendada para aprender sobre la tenacidad, capacidad de esfuerzo, optimismo y, ante todo, el ambicioso deseo de conocer y conocer cada día más.

En alguna ocasión le preguntaron los porqués de su sobre-esfuerzo, considerando las limitaciones por su inmovilidad corporal -compensada con un equipo computarizado especialmente diseñado para él- y dijo: "Mi objetivo es simple: entender completamente el universo, porqué es como es y porqué existe simplemente".

En 1974, Hawking fue designado miembro de la Royal Society y tres años después profesor de física gravitacional en Cambridge, donde fue titular de matemáticas -1980- dictada anteriormente por personajes como Issac Newton o Paul Dirac.

Por su muy alta genialidad, no dude en ponerlo a la altura de otros científicos como Newton, Galileo o Copérnico; él fue capaz de aportar a la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein y describir la existencia de los agujeros negros espaciales, siendo uno de los precursores de la Teoría Cuántica.

En otra ocasión declaró: "Pienso que la raza humana no tiene futuro si no va al espacio" e insistió: "Creo que la vida en la Tierra está ante un riesgo cada vez mayor de ser destruida por un desastre, como una guerra nuclear repentina, un virus creado genéticamente u otros peligros", dando muestra de su capacidad para visualizar las oportunidades y peligros que habremos de sortear, como raza humana, en el futuro inmediato.

Sin ser un creyente de las teorías de extraterrestres, sí reconoció la enorme posibilidad de que exista vida en el inmenso universo -o quizá en los universos, según la Teoría de las Cuerdas- y que contenga algún tipo de inteligencia que, por el momento, no podemos imaginar y menos contactar. Ya otros científicos han explicado la imposibilidad de contactarla, si acaso existiera, a partir de las explicaciones de las dificultades que presentan el tiempo y espacio, planteamientos serios que en la misma astrofísica están propuestos.

En 1988 escribió el libro "La historia del tiempo", que es un desplante de didáctica para legos, explicándonos con palabras simples, las respuestas a muchas interrogantes que nos hacemos. Un texto que también puede ser leído en éstas vacaciones de semana mayor y que puede bajarse gratuitamente de la nube.

Sus enseñanzas sobre la vida son numerosas, muchas de ellas dejadas en sentencias que confirman su genialidad; le transcribo algunas de ellas que me compartió la Dra. Teresa Díaz, todas igualmente estimulantes:

"Solo somos una raza de primates en un planeta menor de una estrella ordinaria, pero podemos entender el universo", dando dimensión a la enorme diferencia del hombre con su neocorteza cerebral, ante todo el reino animal existente en la tierra.

"Los virus de computadoras deberían ser considerados como vida. Pienso que esto dice algo acerca de la naturaleza humana, que la única forma de vida que hemos creado es puramente destructiva. Hemos creado una forma de vida a nuestra imagen y semejanza". Él construyó su primer computadora confome a sus necesidades y recibiendo el estímulo para el estudio de las ciencias computacionales profundizó en ellas y pudo comparar nuestra parte negativa.

"Las personas tranquilas y silenciosas son las que tienen las mentes más fuertes y ruidosas". Era claro que, por sus limitaciones físicas, dimensionaba la importancia de utilizarlas únicamente para comunicar ideas inteligentes.

"Me he dado cuenta que incluso las personas que dicen que todo está predestinado y que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, igual miran antes de cruzar la calle". Su sentido del humor, con el toque británico que nunca perdío a pesar de todo, le dejaba la oportunidad de arrancar sonrisas y carcajadas a sus oyentes.

Otra prueba de ello fue su respuesta a la pregunta de un periodista de la revista New Scientist: "¿las mujeres?"... "Un misterio total".

Que triste saber que su muerte, aunque divulgada masivamente, no conmovió al mundo superficial como puede hacerlo la de un cantante de moda, deportista histriónico o músico drogadicto.

Tal vez necesitemos de decenas de años para recibir el regalo de otro genio como él. ¿Qué piensa?

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Escrito en: Diálogo vida, Teoría, creado, raza

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