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30 años detrás de la lente

El fotógrafo Didier Bracho celebra tres décadas capturando momentos

30 años detrás de la lente

30 años detrás de la lente

MARA GÜERECA

“¿Por qué tomo fotografías?”, se cuestiona Didier Bracho. “Porque tomar fotografías es recordar una vivencia, es volver a vivir a través de una imagen”, se responde.

Lleva 30 años tras la lente, tres décadas de usar la luz para transformarla en un arte visual. Prefiere hablar del tema que de sí mismo, pero le es imposible no recordar cuando tomaba sus primeras fotografías al lado de su padre. Cuando ya de joven eligió esto como profesión. Cuando estudió en Los Ángeles, California y volvió a México por su “arraigo familiar”. O cuando encontró las puertas abiertas en varios medios locales para ejercer el fotoperiodismo de una forma “más natural” y no “sensacionalista” como lo manejan en Estados Unidos.

SU TOQUE

Todo eso se refleja en sus imágenes, pero Bracho les pone su sello a través del “factor humano” para darles un toque más cálido.

“Si me piden trabajar con fotografías de calles, siempre me gusta que haya un toque humano, que pase un niño corriendo con un balón, una anciana cruzando la calle, complementan la fotografía y eso es importante porque vinimos al mundo a vivir y tal vez yo me represento en cada una de esas personas y un edificio sin un toque humano sería más frío. Un ser vivo le da vida a un objeto”, detalla.

ETERNO APRENDIZ

Sabe que “es imposible recordar lo que hicimos en los 365 días del año”, por lo que “poder recordar a través de fotografías es algo increíble”, de ahí que esté más decidido que nunca a seguir tras la lente y continuar aprendiendo. Sí, 30 años no han sido suficientes para decir que ya lo sabe todo. Eso le fascina. Le apasiona aprender de otros fotógrafos, de descubrir tendencias y dejarse sorprender por la evolución de las cámaras.

Precisamente la transición de la fotografía análoga a la digital, lo define como “maravilloso”. Con cariño recuerda cuando pasaba las tardes revelando en cuartos oscuros y esa presión de no saber cómo había quedado la imagen, aunque no niega que el poder ver la fotografía al momento y corregirla digitalmente le ha facilitado el trabajo. Eso sí, no deja de ser una imagen capturada “con el corazón, con el alma”.

“A pesar de que llevo años en esto sigo impresionándome, aprendiendo de grandes de la fotografía. Para hacer una buena fotografía debe trascender en la historia y que a través de los años que tenga un impacto emocional con las personas que la vean, eso es una obra de arte y para llegar a eso no todos pueden hacerlo”, asegura.

“La fotografía ha crecido más que nunca. Aquí pienso seguir. Mis hijos toman fotografías, es seguir alimentando de imágenes al mundo. Falta mucho por hacer y por vivir, uno vive para capturar momentos, congelarlos e imprimirlos en papel. Quiero agradecer a la gente y a la vida por darme una oportunidad de haberlos acompañado en un momento importante. Agradecerles estar en el nacimiento de un hijo, en su boda, en pleno cumpleaños 90 del abuelo, en sus vidas diarias. Quiero agradecer por esos momentos y quiero que recuerden esta etapa de la fotografía como una forma de vida que la tecnología nos ofrece en la actualidad.”, finalizó el fotógrafo que celebra tres décadas de hacer lo que más le apasiona.

Escrito en: Didier Bracho fotografía fotografía, fotografías, recordar, través

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