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Daniel, Javier y Marco disueltos en ácido

DAVID PÉREZ

DAVID PÉREZ

Los tres jóvenes fueron desaparecidos el lunes 19 de marzo pasado. Dos de veinte años y uno de veinticinco. Estudiantes de cine se encontraban realizando un ejercicio de su disciplina artística. Según la Fiscalía General de Jalisco fueron disueltos en ácido sulfúrico. Mientras transcurre el espectáculo mediático del primer debate presidencial y aún sin que los analistas lleguen a un consenso sobre quién fue el candidato triunfador, se anuncia oficialmente que los jóvenes reportados como desaparecidos fueron asesinados.

Con informe ambiguo. La fiscalía ofrece un reporte de investigaciones que contiene múltiples elementos que no se contextualizan y mucho menos se justifican con solidez, desde las instancias del estado se presenta algo muy parecido aquella "verdad histórica" sobre la desaparición de los otros estudiantes, los de Ayotzinapa. El daño de las instituciones estatales, que sospechar por principio se convierte en actitud necesaria. Cuando organizaciones independientes especializadas en estos casos han intervenido se ha demostrado ampliamente que las investigaciones del Estado son poco eficaces y que responden a intereses de personas involucradas en los hechos. Por lo que solamente un peritaje independiente permitirá pensar que se puede llegar a garantizar el derecho a la verdad.

La ficción y la realidad. Según el informe oficial los jóvenes fueron detenidos en un primer momento por delincuentes disfrazados de fuerzas policiales. Durante más de una década muchos hemos sido testigos de que los grupos armados ilegales se pasean por nuestras calles en distintos momentos del día. En grandes camionetas y con armas de grueso calibre. Con total impunidad. Fácilmente identificables. ¿El disfraz de policía era para engañar a quién? ¿Eran disfraces?

Testimonios de detenidos. Al igual que en la "verdad histórica" del caso de Ayotzinapa, las investigaciones, según el informe oficial se orientan fundamentalmente, de la declaración que rindieron dos detenidos por este caso. Los dichos son relacionados con los hallazgos en los lugares que parecen en la declaración. Las pocas garantías que el proceso de investigación ofrece sobre la autonomía de las declaraciones y los métodos en los que éstas fueron obtenidas, hacen que una vez más sea muy cuestionable la solidez de los testimonios y de la narrativa oficial.

¿Desaparecidos o muertos? Según el informe oficial, hay elementos de ADN que permiten confirmar la muerte de los jóvenes estudiantes. Aquí sí hay una diferencia con el caso Ayotzinapa, que hasta ahora según la versión del Estado se ha confirmado la muerte de uno de los estudiantes. Sin embargo, no es concluyente que los rastros del ADN documentados en el lugar que se afirma sucedieron los hechos corresponda a la narrativa de hechos ofrecida por la Fiscalía. Ya que dicha versión descarta algún tipo de participación del Estado. Mientras no exista una investigación independiente con estándares internacionales propios para estos casos, es un deber de la sociedad civil mantener la denuncia política de la desaparición y la legítima presentación con vida de los tres jóvenes.

La banalidad del terror. Lo que la versión oficial da cuenta evoca una imagen de la película de Luis Estrada, "EL Infierno", donde dos de los personajes principales simulan disolver un cuerpo humano mientras suena como música de fondo un corrido. "El Benny" no resiste la escena de ficción y vuelve el estómago. Según la Fiscalía en el lugar de los hechos se encontraron 18 perfiles genéticos diferentes, que se presume son de otras víctimas que sus cuerpos habrían sido disueltos con el mismo método. Estas dinámicas violentas practicadas con tal exposición de cantidad y forma provocan un efecto directo de en las sociedades en las que acontecen. La vida humana pierde su valor, entre otras cosas.

La banalidad de la política. Llevada a una de sus expresiones más decadentes, la democracia formal e institucional atraviesa una fase de exposición: las campañas electorales. En lo que pretendió ser un ejercicio de debate las propuestas de seguridad son muy limitadas, escuetas y ambiguas. No hay ninguna propuesta global que de una alternativa al actual ciclo de violencias en México. Cuatro candidatos proponen continuar con lo que hasta ahora se ha llamado estrategia de lucha contra el narcotráfico. Un candidato, AMLO, dice que al día siguiente de ganar las elecciones convocará a un grupo de expertos para planear una estrategia. Solamente si gana merecerá la pena, de lo contrario no. Banales resultan las campañas, el gasto público que implican, las propuestas y estos candidatos frente a la historia de Daniel, Javier y Marco.

Twitter: @davidsecular

Escrito en: DAVID PÉREZ jóvenes, informe, Según, versión

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