Kiosko

La endeble salud de hierro de Sabina

El reconocido cantautor ha enfrentado complicados episodios de salud

La endeble salud de hierro de Sabina

La endeble salud de hierro de Sabina

EFE

La hemeroteca de los últimos 17 años de vida de Joaquín Sabina, desde el célebre derrame cerebral que lo llevó al hospital en 2001 y que lo obligó a poner más énfasis en los días que en las noches, habla de una endeble salud de hierro, con más pormenores médicos que nuevos discos.

El más reciente, el pasado sábado, forzó al músico a interrumpir su concierto en el WiZink Center de Madrid a la hora y media de actuación; según el parte médico facilitado por su equipo, fue a causa de “una disfonía aguda consecuencia de un proceso vírico” que requiere reposo y que lo obliga a cancelar los cuatro conciertos restantes de su actual tour, ‘Lo niego todo’.

El 21 de abril hubo de ser ingresado para tratarse de una tromboflebitis en la vena ileofemoral de la pierna izquierda.

Por ello hubo de suspender cuatro conciertos que fueron reubicados a la cola de la gira, tras Madrid, los cuatro que finalmente no podrá celebrar por su actual situación médica.

En febrero, suspendió otros dos conciertos en México “por un golpe en el ojo, con fuerte hematoma e hinchazón”, que se provocó a su vez por un “pequeño mareo” a causa de “unas molestias en un oído”.

CON EL PIE IZQUIERDO

La buena fortuna de ‘Lo niego todo’, el segundo disco más vendido en España el pasado año, no parecía acompañar a Sabina desde el inicio de la gira, pues en marzo de 2017 tuvo que reprogramar las fechas de sus conciertos en Iberoamérica debido a una operación por una hernia ventral.

Mientras estuvo algo más alejado de la atención mediática, las crisis médicas aparentemente remitieron, aunque en junio de 2015 canceló dos conciertos en Canarias debido a una tendinitis en el pie izquierdo, dolencia que le había obligado a recurrir a un bastón.

La salida por la puerta de atrás del WiZink Center de este fin de semana recordó a muchos lo sucedido en ese mismo espacio en diciembre de 2014, cuando abortó el espectáculo a las dos horas, a pocas canciones del final. En declaraciones posteriores lo achacó a problemas de estómago, aunque en un primer momento afirmó que había sufrido una crisis de pánico escénico.

Cuando aún se mantenía esa versión y corría peligro otro concierto en Madrid solo unos días después, su representante desveló que aquella no era la primera vez que Sabina temió desmayarse delante del público, ya que unos tres años antes en Tijuana (México) había tenido un cuadro parecido.

En mayo de 2011, sus primeros tres conciertos en Estados Unidos -Nueva York, Miami y Los Ángelestuvieron que ser suspendidos por problemas intestinales, que el propio músico atribuyó a una “diverticulitis aguda”, y en septiembre de 2010 hizo lo propio con su cita en el Palau de Barcelona debido a una caída doméstica.

Las noticias de este cariz se interrumpen hasta llegar al accidente isquémico cerebral de 2001 que le hizo reformular sus hábitos tras una vida de excesos para, en general, “maltratarse mucho menos”.

“Cuando les cuenten que envejecer es una cosa fantástica, porque la experiencia y la sabiduría... Mienten como bellacos. Envejecer es una puta mierda”, protestó al más puro estilo sabiniano.

Escrito en: JOAQUIN SABINA conciertos, Sabina, cuatro, debido

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Kiosko

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas