
Características que debe tener un filtro solar
Un buen fotoprotector tiene que cumplir unas reglas básicas mínimas: debe tener una demostrada eficacia fotoprotectora, debe proteger frente a radiación ultravioleta A y B, debe asegurar un nivel de fotoprotección alto y ha de ser fotoestable.
Además, y para conseguir constancia en el uso, ha de tener unas agradables cualidades cosméticas.
¿Cómo sabe el usuario si un fotoprotector es tan eficaz como promete?
Eso lo garantiza una buena marca que esté avalada por una solvencia científica probada. Todos los dermatólogos sabemos en quién podemos confiar, y nuestro paciente, confía en nosotros y nuestra recomendación.
¿Es importante que un fotoprotector sea equilibrado frente a radiación A y B?
Es evidente que si. La radiación ultravioleta A y B provocan daños indiscutibles en la piel. La recomendación europea COLIPA aboga porque los filtros frente a los UVA y UVB sean equilibrados.
¿Debe de ser fotoestable un fotoprotector?
Un buen fotoprotector ha de protegerte en todo momento, no solo en los primeros minutos después de la aplicación. Por eso la protección UVA/UVB ha de mantenerse durante el máximo tiempo de exposición al sol, y eso ocurre si es fotoestable.
¿Es necesario que se incluya la PPD en el envase?
La PPD indica el índice de protección frente los rayos UVA, que participan en la génesis del cáncer cutáneo. Es importante que el usuario sepa si tiene o no esa protección. Incluso hay fotoprotectores de nueva generación que protegen contra la luz visible, es importante sobre todo para aquellas personas que padecen manchas en la piel.
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