Editoriales

De Poinsett a Kushner

Metáfora ciudadana

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ

"Juntáis al culto de Hércules el culto de Mammón;

Y alumbrando el camino de la fácil conquista,

La libertad levanta su antorcha en Nueva York".

Rubén Darío "A Roosevelt"

La cercanía de México con los Estados Unidos ha sido muy dolorosa; Nemesio García Naranjo adjudicaba a Porfirio Díaz la frase: "Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos", cuando en 1909, negó a William Taft ceder la Bahía de Magdalena para que ahí instalara una base naval; acción nacionalista que provocó enojo gringo y apoyo a movimientos anti-Díaz.

Desde el virreinato, los nacientes Estados Unidos buscaron entronizarse en los territorios norteños de la colonia y, apenas consumada la independencia, enviaron a Joel Roberts Poinsett, ministro plenipotenciario de James Monroe para influir en Iturbide y lograr esas tan anheladas tierras. El emperador se negó y ello significó su abdicación y encumbramiento de los yorkinos, logia promovida por Poinsett e involucrándose abiertamente en diversos tumultos políticos del país, como el derrocamiento del presidente Manuel Gómez Pedraza.

Joel R. Poinsett tenían antecedentes de espionaje e injerencia de Estados Unidos en asuntos latinoamericanos con grandes ambiciones expansionistas. Mantuvo siempre la mentalidad de la eliminación de los amerindios (promotor de las matanzas en la "Guerra Seminola"); la esclavitud de los negros y menosprecio a los "mugrosos" mexicanos. Nicolás Bravo, entonces vicepresidente, exigió al Congreso Mexicano la expulsión de Poinsett por sus intromisiones en asuntos de la nación. Estas acciones no concluyeron en tratado alguno, pero si en control político a través de la constitución de 1824, la cual era una copia exacta de la americana de 1787, cambiando únicamente el nombre de "Estados Unidos de América" por el de "Estados Unidos Mexicanos" dejando el sistema de gobierno y el federal, totalmente ajenos a nuestra vida nacional (del cual ya trataremos en breve), idénticos a los de ese país.

Tratado iceberg: es aquel del que sólo se nos enseña una ínfima parte y se esconde el resto. En 1859, Robert Milligan McLane, enviado especial del presidente James Buchanan firmó con el ministro juarista Melchor Ocampo un acuerdo por el que se vendía a perpetuidad el derecho de tránsito por el Istmo de Tehuantepec, protegido por fuerzas militares; la cesión del derecho de tránsito de tropas americanas desde Guaymas hasta Nogales, Arizona y otros dos pasos militares, a cambio de cuatro millones de dólares que se utilizarían en la guerra contra los conservadores. Tratado firmado, pero no realizado por falta de aprobación del congreso americano debido a la guerra de secesión.

En 1923 se firmó otro tratado iceberg, conocido como "de Bucareli" por el cual el gobierno americano reconocía al de Álvaro Obregón y este garantizaba derechos de propiedad de tierras y de petróleo a ciudadanos y empresas norteamericanas, incluso, burlando el artículo 27 constitucional, la Suprema Corte de Justicia mexicana concedió el amparo a los americanos determinando la no retroactividad de la propiedad "originaria" de la nación a las concesiones gringas. En la parte oculta se prohibía el desarrollo industrial y hasta ferroviario: por ello las líneas férreas actuales son las mismas que dejó Porfirio Díaz.

El 31 de agosto de 2016, el candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump fue recibido como jefe de estado por el ejecutivo mexicano en un acto vejatorio y entreguista. El invitado ha sido siempre repudiado por el pueblo dados sus vituperios contra los mexicanos, a quienes llama drogadictos y violadores. ¿Qué llevaba de fondo esta invitación orquestada por el entonces secretario de Hacienda? desde luego su estrecha relación con Jared Kushner; yerno de Trump, genial empresario que mucho le ayudó a llegar a la presidencia; él fue quien dirigió la campaña. Para los esotéricos Kushner es el anticristo, lo basan en que posee un edificio marcado por él con el número 666 en la quinta avenida de Nueva York. Pero eso son melodramas.

Lo importante es tratar de entender que le deparan a México las actitudes del "chimoltrufio" Trump, que, así como dice una cosa, dice otra. Desde que ocupó el cargo ha mantenido en vilo las relaciones entre México y Estados Unidos a través de diferentes lucecitas que lanza a los gobernantes del país, jugando con ellos cuando las persiguen y luego se las apaga. la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte; el muro fronterizo del que incluso amenazó: "México no querrá jugar a la guerra con nosotros"; los impuestos al acero y aluminio; la salida de empresas automotrices del país; la masiva deportación y la separación de los niños inmigrantes de sus padres, luego habla de crear una relación comercial exclusivamente México - USA sin atender a Canadá. Finalmente, asevera que AMLO: "va a intentar ayudar" a Estados Unidos "con la frontera. ¿Más juguetitos para divertir mientras se apodera de lo trascendente que está perdiendo en Irán?

Las visitas de Kushner con carácter de "enviado especial" continúan para sostener audiencias con el presidente de la República: ¿Cuál nueva pillería estará buscando a beneficio de su suegro y en perjuicio de México? Recordemos la crisis mundial de la "guerra comercial" que involucra a grandes potencias económicas, ¿Podría beneficiar a México?; tal vez si se aprovechar las coyunturas internacionales y AMLO tuviera la capacidad de negociar con otros mercados; utilizar al transpacífico, a la Unión Europea, Rusia, la India e Irán. Esperamos que su marcado corrimiento hacía la IP después de las elecciones no lo inclinen hacía Trump, como este ha querido hacerlo ver.

Por ello es importante que los mexicanos seamos capaces de reconocer a esos gigantes petroleóvoros disfrazados de molinos de viento, quienes esconden sus leoninos intereses dañando nuestra soberanía y dignidad. Recordemos con Rubén Darío: "Se necesitaría, Roosevelt, ser Dios mismo, el Riflero terrible y el fuerte Cazador, para poder tenernos en vuestras férreas garras. Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!"

Escrito en: Metáfora ciudadana Unidos, Estados, Poinsett, México

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas