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Damián Alcázar, la voz de su gente

Al finalizar la charla, Damián conversó con El Siglo de Durango

Damián Alcázar, la voz de su gente

Damián Alcázar, la voz de su gente

MARA GÜERECA

Para entender a Damián Alcázar es necesario remontarse a sus primeros años de vida. Apenas rozaba los tres años de edad cuando vio su primera película. Parece increíble, pero recuerda escenas completas.

Su infancia transcurrió entre filmes, muchos vistos en una especie de 'cine club' en una capilla junto a sus hermanos. Poco a poco supo que quería ser actor y lo logró.

No quiere fama ni dinero, busca un prestigio, mantener esa pasión de contar historias reales, inspiradas en la propia vida, pero sobre todo busca ser la voz de su gente a través de personajes que inviten a reflexionar.

“El prestigio se construye, si hago una película regular, una mala historia, una telenovela chafa, pierdo veracidad, la gente ya no va a confiar en mí... es pura responsabilidad, aquí no puedes hacer cosas chafas. Un actor de telenovela gana bien, pero soy un actor de cine mexicano y el cine mexicano casi no se ve, soy un actor que vive al día, pero soy feliz”, confesó en una charla que ofreció en el Museo Francisco Villa ante más de un centenar de duranguenses.

“Trabajo con libertad, con pasión, porque quiero que el país mejore, a veces me siento avergonzado por el país que le estoy dejando a los jóvenes y trato de cambiarlo”. Con esa mentalidad llegó hace unos días a la ciudad para integrarse como docente del Centro de Cinematografía y Actuación 'Dolores del Río' y así poner su granito de arena para que conseguir esa mejora a través de jóvenes interesados en el Séptimo Arte.

Por casi dos horas el actor compartió su amor por México, su necesidad de hablar por quienes no pueden, la importancia de ser generoso y la censurado de proyectos en los que ha participado por lo incómodos que pueden resultar principalmente para la clase política.

Se mostró preocupado por la distribución fílmica en el país, pues de 100 películas que se hacen al año (gran parte de ellas premiadas en festivales internacionales), solo cinco llegan a salas comerciales. No es que no haya cine mexicano, es que no hay espacio para proyectarlo. También habló de la importancia de crear espectadores que aprendan a consumir buen cine desde pequeños, de lo necesario que resulta descentralizar la industria para potencializarla y de animarse a contar historias que denuncien tal y como lo hicieron 'La ley de Herodes' o 'El infierno' en su tiempo', ambas dirigidas por Luis Estrada.

Precisamente su mancuerna con el destacado realizador sigue y en próximas fechas comenzarán a filmar un nuevo proyecto. Ya han hablado del gobierno, ahora es el turno de denunciar al propio pueblo.

“Ahora nuestro objetivo a criticar es el pueblo, porque somos corruptos, tramposos, intolerantes, racistas, eres agachón, dejado, no levantas la caca de tu perro, tiras la basura en un poste, desperdicias el agua, no te dejan pasar en el carro.... Ahora va a ser el pueblo mexicano... vean la película cuando la hagamos”, dijo el histrión que también está por estrenar la serie periodística 'Tinta roja'.

Al finalizar la charla, Damián conversó con El Siglo de Durango.

¿Qué tipo de alumnos quieres forjar con las herramientas que les vas a brindar?

Comprometidos con su tiempo, comprometidos con su gente, comprometidos con su país, apasionados por lo que hacen, profesionales, es decir, absolutamente disciplinados con el trabajo cotidiano porque solo así vale la pena.

¿Se ha olvidado tratar al cine como ese Séptimo Arte?

Sí, porque desgraciadamente los últimos años a nuestros gobernantes lo que menos les interesaba era la cultura y la educación y hay que revertir eso, justamente la educación y la cultura son la base para poder tener un mundo apacible y en armonía y justo para todos.

¿Qué tipo de cine merecemos los mexicanos en la actualidad?

Que se pueda ver, porque en cine hay de todo y hay muchísimo y para todo público, el chiste es que se pueda ver.

Ante el corte que ha habido para la cultura ¿hay esperanza en el cine mexicano?

Hay mucha esperanza para la cultura, para la educación en general, para la salud de los mexicanos, pero tenemos que conseguirlo entre todos.

Entre aciertos y desaciertos ¿te consideras un hombre afortunado?

Muy afortunado, acabo de desayunar unas gorditas en Durango y digo 'cómo no voy a ser afortunado' y pues ¡Por supuesto que lo soy!.

Escrito en: Damián Alcazar cine, actor, educación, Damián

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