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Juan Emigdio Pérez, guerrero de mil batallas literarias

LETRAS DURANGUEÑAS

Juan Emigdio Pérez, guerrero de mil batallas literarias

Juan Emigdio Pérez, guerrero de mil batallas literarias

ÓSCAR JIMÉNEZ LUNA

Guerrero de mil batallas literarias (por sus páginas deambulan la pasión amorosa, el perfume y la frescura de los geranios, y al tiempo que la metafísica felina), Juan Emigdio Pérez, en su plena madurez de artífice de la letra, nos entrega en este año fundamental de su existencia una breve antología de su obra.

La palabra ilumina la travesía. La radiación estética define así al pasado creativo, reconstruye los trabajos y los días. Nos asomamos entonces por una ventana hecha con dos cristales, el de la historia y la poesía ¿y qué vemos? Un camino que inicia allá en la década de los sesentas, con el énfasis declamatorio, la escritura que ante todo quiere ser celebración y gloria. Magnificación del entorno y sus seres, para poco a poco ir descubriendo un universo personal más íntimo, que reclama el verso más sosegado, músicas y silencios sentimentales todavía más elocuentes.

La presente muestra –exhibida de la presente hora hacia los principios del autor- es eso precisamente: un itinerario que recorre varios de sus títulos más reconocidos –asimismo su participación en frutos colectivosy la recompensa no nos hace esperar. Observamos a través de la hechura del verso como se recobran instantes que encierran una época, un edificio emblemático, una compañía cotidiana. Piezas que se sustentan en el repaso autobiográfico hacia afuera y hacia adentro.

Y al profundizar en esta trayectoria tenemos la certidumbre de la verdad de una palabra, la suya, porque si la Filosofía, la Ciencia y Poesía son, como se ha dicho con razón, los vértices del triángulo integral del conocimiento, apartadas, son cada una de ellas, versiones parciales de la realidad. Juntas, en cambio, abarcan el ancho horizonte intelectual y sensible de lo humano. Por ello -por el registro del hecho real y la reflexión temática-, cobra especial relevancia el libro que hoy nos reúne.

Si Nuestra voz no calla (2014) es el elogio crítico a una entrañable Alma Mater.

Y nació como un pequeño grano de maíz en tierra virgen, vegetal, dolorosa y nuestra, regada con sabia roja de orgullosa estirpe.

Vientos de estaño (2011), por otro lado, refleja el reconocimiento del otro, Nellie Campobello en este caso, la referencia artística del coterráneo como la guía imprescindible desde sus orígenes.

Niña de letras niñas gambusina de noticias: biznagas sangrantes en la sierra herida pizca llamaradas de historia.

O la quizás más ambiciosa recuperación lírica de la mujer plena y vital, a lo largo de mitologías y recuentos históricos de los personajes memorables de Ciudadalcoba (2004)

Penetro las íntimas semillas de tu manzana y me arrastran indefenso a la noche violeta del Génesis

que colinda –y a la vez contrasta y complementa- con la exploración de un mundo sensible ligado a la presencia de lo erótico y sus alrededores de La sed y el agua, (2000)

EN LA PÁGINA de las preguntas estás sola más sola que la noche sin fuego

para acercarlo definitivamente, irremediablemente, a los paraísos infernales de Llama lacerada (1998)

Tal vez amor, Conozcas el amor, Cuchillo de dos filos: hieres, te hieres, lastimas sin desearlo. Si amo, no sangro, desangro si te hiero.

y de cuyo sentido último del poemario en otra ocasión yo afirmaba –y lo subrayo ahoraque el enamorado será siempre un poeta. Vislumbra la tierra de todos o de nadie, nombra los lugares inéditos de su propio cosmos.

Esta es parte de la ruta que seguirá el lector de la presente publicación. Para seguir las huellas de un escritor que se ha entregado literalmente en cuerpo y alma a la escritura por más de cinco décadas, acompañando a generaciones de creadores, siempre aprendiendo, con humildad y compromiso, de las lecciones de sus maestros, y sobre todo recibiendo en sus manos artesano los regalos que le ofrecen el sol y la pradera, el gato, la luna y los pies femeninos, el cielo y el mar, para expresarlos en la larga canción que alimentó sus ayeres y que sostendrán sin duda sus prometedores porvenires.

Estimado amigo Juan Emigdio, nuevamente te decimos:

Desde hace ya algún tiempo, no han sido pocos los colegas que con sobrada razón te han llamado “Poeta Emérito” o “Patriarca de las letras de Durango”. Nos unimos a esas voces generosas. Tuyas son las banderas de la poesía (Presentación a la Antología breve del autor de referencia, libro que se presentará en el Homenaje al poeta emérito de Durango el próximo 30 de agosto, a las 18:00 horas, en la Casa de la Cultura de nuestra ciudad).

Escrito en: LETRAS DURANGUEÑAS hacia, Juan, presente, tierra

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