Luis Óscar Jiménez Herrera: El primer caso documentado de asesinato serial en Durango
Nacido en Victoria de Durango en 1983, Luis Óscar Jiménez Herrera pasó de ser un mecánico con vida aparentemente común a convertirse en uno de los asesinos seriales más notorios de México. Su historia, marcada por una infancia violenta y abusos sexuales, derivó en una conducta criminal que se extendió entre 2010 y 2016, principalmente en el estado de Nuevo León.
El apodo de ‘El Asesino del Tinaco’ surgió tras el hallazgo del cuerpo de María Atino García Martínez en un tinaco de agua en San Luis Potosí, en 2010. Aunque en ese momento fue liberado por falta de pruebas, el caso reveló un patrón que se repetiría años después, pues el modus operandi de Jiménez Herrera consistía en ganarse la confianza de mujeres, llevarlas a moteles y, tras discusiones o intentos de rechazo, someterlas con violencia física hasta causarles la muerte por estrangulamiento.
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¿Cuántos feminicidios cometió Jiménez Herrera?
Se le atribuyen al menos 16 feminicidios, todos con una planeación similar; seducción, violencia física extrema y ocultamiento de los cuerpos. Las investigaciones revelaron que, en algunos casos, incluso extorsionaba a las familias de las víctimas, utilizando documentación personal y teléfonos celulares de las mismas para manipular la narrativa y evitar sospechas.
La detención de Jiménez Herrera en 2016 fue resultado de un trabajo conjunto entre autoridades estatales y federales. El cúmulo de pruebas, incluyendo registros hoteleros, testimonios y evidencia forense, permitió vincularlo con múltiples crímenes. Finalmente, en 2018 fue condenado a 123 años de prisión, una de las penas más severas impuestas en Nuevo León por feminicidio serial.
Un caso duranguense, que conmocionó a México
El caso conmocionó a la opinión pública y evidenció vacíos en la prevención de violencia de género. Colectivos feministas exigieron justicia y visibilización de los patrones de impunidad que permitieron que Jiménez Herrera operara durante años sin ser detenido, convirtiéndose en símbolo del horror que puede surgir cuando el sistema falla en proteger a las víctimas.
Actualmente, Luis Óscar Jiménez Herrera permanece preso, cumpliendo su condena. Su figura representa no solo el perfil de un asesino serial, sino también el reflejo de una sociedad que aún lucha por erradicar la violencia feminicida. Su origen duranguense lo convierte en el primer caso documentado de asesinato serial vinculado al estado, dejando una huella indeleble en la memoria criminal del país.
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