
Armin Meiwes: ¿Quién es ‘El Caníbal de Rotemburgo’? Aquí te contamos
En diciembre de 2001, un hombre alemán de nombre Armin Meiwes llamó a su abogado y le confesó, con calma y sin estar en medio de una crisis ni bajo presión que había matado a alguien. El abogado, desconcertado tras escuchar las palabras de su cliente, alertó a las autoridades tras ver los pormenores del siniestro, proporcionados por el propio Meiwes. Cuando la policía arribó a la casa del hombre en Rotemburgo del Fulda, encontraron restos humanos congelados, grabaciones en video y un relato que no encajaba en ninguna categoría penal conocida.
Meiwes explicó que no se trataba de un asesinato convencional, ya que, según él, la víctima había consentido cada paso, desde el encuentro, la mutilación, la muerte y, finalmente, el consumo de su cuerpo. Había sido un pacto entre adultos, sellado en una página web llamada The Cannibal Café Forum y ejecutado en su cocina. La víctima, Bernd Jürgen Brandes, había viajado desde Berlín para cumplir ese acuerdo, Meiwes lo recibió, lo grabó y lo devoró. El caso dejó de ser solo un crimen y se convirtió en un dilema jurídico, ético y mediático.
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Un crimen pactado entre asesino y víctima
El encuentro se concretó el 9 de marzo de ese mismo año. Brandes llegó en tren desde Berlín hasta la estación de Rotemburgo, donde Meiwes lo recogió y ya en la casa, compartieron una comida y grabaron los primeros momentos del crimen en video. Brandes tomó alcohol y sedantes, y pidió que se cumpliera lo pactado, por lo que Meiwes, tras besarlo en la boca, procedió a mutilarlo con un cuchillo de carnicero en la cocina, cocinó una parte del cuerpo y la compartió con él. La víctima permaneció consciente durante varias horas, hasta que finalmente murió desangrado en una bañera.
Meiwes conservó los restos en el congelador y los fue consumiendo durante semanas junto a su perro y documentó todo con una cámara de 35 mm, desde el encuentro hasta el momento de la muerte. Según su testimonio, mientras Brandes agonizaba, él se retiró a leer una novela. La grabación, junto con los restos y el relato completo, se convirtió en evidencia clave durante el proceso judicial. El caso, sin precedentes legales en Alemania, obligó a revisar el marco penal sobre consentimiento, homicidio y actos extremos entre adultos.

¿Qué es de Meiwes en la actualidad?
El juicio contra Armin Meiwes comenzó en diciembre de 2003, en el cual, la defensa argumentó que no hubo asesinato, sino muerte consentida, mientras que la fiscalía, en cambio, sostuvo que el acto excedía cualquier marco legal, y que el consentimiento no anulaba la responsabilidad penal. En enero de 2004, Meiwes fue condenado por homicidio a petición con trato degradante y recibió ocho años de prisión, sin embargo, en 2006, tras una apelación, el Tribunal Federal de Justicia de Alemania anuló la sentencia inicial y ordenó un nuevo juicio. Ese mismo año, Meiwes fue condenado a cadena perpetua por asesinato con motivos bajos.
Desde entonces, permanece recluido en la prisión de Kassel, en el estado de Hesse y, según reportes, colabora en la biblioteca del penal y participa en programas de reintegración. En entrevistas autorizadas, ha declarado que se arrepiente de sus actos y que no volvería a hacerlo: “Sabía que lo que hacía estaba mal, pero no podía detenerme. Era lo que siempre había querido”, dijo en una entrevista publicada por Der Spiegel en 2007. El caso sigue siendo objeto de estudio en facultades de derecho y criminología, y ha sido adaptado en documentales, libros y películas, aunque Meiwes ha rechazado lucrar con su historia.
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