A pesar de que Carmen Beatriz Depraect Báez, de 63 años, lucha por su propia salud porque padece un cáncer agresivo en el estómago, se encuentra desesperada solicitando atención, pero no para ella, sino para su hija de 42 años, quien padece una cardiopatía y debe estar conectada a respiradores las 24 horas del día.
Este 2 de octubre, en medio de su desesperación, Carmen irrumpió al finalizar la sesión de Cabildo en el municipio de Durango, con la esperanza de que los regidores o la presidencia pudieran brindarle algún tipo de apoyo.
“No puedo dejar así a mi hija. Yo creo que cualquier madre antepone su salud por salvar la de un hijo, y es lo que yo estoy haciendo: pidiendo ayuda”, expresó.

Acusó de insensibilidad a las autoridades estatales, incluyendo al gobernador, la Secretaría de Salud y al DIF Estatal, pues asegura que se le ha negado cualquier tipo de ayuda.
Al no recibir respaldo en Durango, viajó a la Ciudad de México para manifestarse.
“Me fui directamente a México, me puse con un letrero donde pedía y suplicaba a la presidenta Sheinbaum que me ayudara y, ¿sabe qué pasó? Me ayudó. Se comprometió a mandar dos aparatos, pero solicitó al Gobierno del Estado que se me diera el resto de la ayuda (...) Conseguí que la presidenta Sheinbaum me otorgara los aparatos, lo que el gobernador y su gente no quisieron comprar ni rentar, ni el DIF Estatal. Nadie quiso ayudarme”, comentó.
Su reclamo principal es que en Durango no se ha cumplido con el apoyo indicado desde la Presidencia al titular de Salud, lo cual quedó confirmado en el oficio No. UG/DGRCN/221/REPNL/1067/2025 de Gobernación, firmado por Gerardo Montaño Ramírez, subdirector de Atención Ciudadana de la Subsecretaría de Gobierno.

Hasta el momento no se ha dado cumplimiento a dicha indicación. “No me llaman, no me dicen nada”, aseguró Carmen, quien además solicita ayuda para poder pagar la luz.
RESPIRACIÓN ARTIFICIAL
Relató que su hija, Martha Beatriz Ortiz, permaneció internada dos meses y medio en el Hospital 450, pero fue dada de alta con la necesidad de respiración artificial, misma que se sostiene gracias a los aparatos proporcionados por la Presidencia de la República.
Sin embargo, ahora enfrenta un nuevo problema: al tener los equipos conectados día y noche, sus recibos de luz se han incrementado a una cantidad imposible de cubrir. Carmen teme que le corten el servicio eléctrico.
“Por más que trabajo no logro conseguir el dinero (...) hago comida, vendo cosas, pero ya no sé qué hacer. Solo le pido a Dios que me ayude, porque esta administración ha sido muy inhumana”.
Carmen debe acudir a recibir tratamiento al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), en la Ciudad de México, pero no puede costear su transporte y tampoco puede dejar a su hija sola, sin saber qué pasará con la luz o los medicamentos que requiere.

Comentó que entre las peticiones realizadas al Gobierno del Estado estaba el apoyo para el traslado a la Ciudad de México, pero tampoco se ha concretado.
“Lo voy a publicar con una lona gigante en el Hospital 450 o a ver como le hago, para que todo el país se entere de lo que hace el gobernador”.
Carmen enfrenta la batalla contra el cáncer
Hace cinco años, Carmen enfrentó un primer cáncer, logró superarlo, pero la enfermedad regresó de manera más agresiva y ahora en el estómago. También necesita un tratamiento oncológico y hace lo posible por mantenerse estable.
Incluso mencionó que su nieto padece una discapacidad en la columna desde que nació, por lo que la familia ha buscado diversas maneras de obtener apoyo, para su bienestar.