
Profeco: ¿el queso amarillo es realmente queso?
El queso amarillo lo podemos encontrar en distintos tipos de comida rápida como sandwiches, tortas, hamburguesas, etc. Es un producto muy consumido en México y Latinoamérica y distribuido por grandes empresas de productos gastronómicos. Por lo que al ser común su consumo, surge la siguiente duda: ¿De qué está hecho?, ¿Cómo podemos distinguirlo?, ¿Será que comemos una imitación de queso? Aquí te contamos.
Profeco en su Revista del Consumidor explica a detalle el contenido a lo que la gente suele llamar queso, que va de mezclas de quesos ya procesados y madurados como lo son el cheddar y el goudda.
¿CÓMO ES SU FABRICACIÓN?
- El primer paso consiste en moler los lácteos.
- Triturar los lácteos a pequeños trozos en una molturadora.
- Al tener los fragmentos mandan a una mezcladora.
- Después se hace una mezcla donde se le agrega agua, sal, sales fundentes, etc.
Para luego de este añadirle conservadores pueden ser de origen natural o artificial.
En los naturales tenemos:
- Achiote.
- Cúrcuma.
- Paprika o betacaroteno.
En caso de ser conservadores de origen artificial, solo pueden ser los regulados por la normativa nacional.
Volviendo con la preparación del queso, se continúa con la siguiente fase de la mezcla, la cual pasa por el proceso de calentamiento y al agitarse debe adquirir una sustancia homogénea. Entonces se mandan a un laminado mientras enfrían, para después seguir con el proceso de corte, el cual se prepara en paquetes individuales para su distribución.
Normalmente, para su distribución se etiqueta solo como “queso” pero al tomar en cuenta la explicación anterior nos damos cuenta de que es queso mayormente procesado.
¿Cómo saber si es una imitación?
La Revista del Consumidor explica que aunque comparten algunas similitudes en cuanto a imagen en su composición, se pueden notar diferencias en las grasas ajenas a la leche que el queso americano original tiene especialmente de origen vegetal.
En México, la normativa no permite marcar este tipo de productos como “queso”. La modificación a la norma, que entró en vigor en abril de 2021, dicta que todos los productos que sean imitaciones de queso deben indicarlo claramente en la etiqueta con la palabra IMITACIÓN en tamaño llamativo y en letras mayúsculas para evitar confusiones con el queso real, según NOM-051-SCFI/SSA1-2010.