Se enojó el Gobernador de Durango, pero no les respondió a los empresarios

En La Laguna esperaban con ansias la respuesta del gobernador Esteban Villegas Villarreal al desplegado que le hicieron 13 organismos de empresarios y la sociedad civil en el que le exigen acciones, y no palabras, para enfrentar el delito de extorsión que sufren varios sectores productivos en esa región del estado.

Pero al mandatario no le gustó que le preguntaran sobre el tema; es más, acusó a El Siglo de Durango de publicar una imagen de una lona de hace varias semanas y dijo que era un “refrito”. Desde luego, le informaron mal (como acostumbran en su equipo), ya que esa imagen nunca se publicó en el periódico impreso, sino que sirvió de ejemplo para ilustrar -en la versión digital- las denuncias que, desde hace siete meses, le hicieron los empresarios laguneros sin éxito alguno.

“Todo lo que pasa en la Comarca Lagunera, tanto de Coahuila como de Durango, está manejado por el Mando Especial, lo único que hacemos nosotros es coordinar la parte que nos toca para poder disminuir. El tema de las extorsiones y de todos estos delitos le toca al Gobierno Federal”, dijo ayer, versión muy diferente a lo que declaró el viernes pasado en Gómez Palacio, cuando comentó: “nomás que me digan y yo lo arreglo, para eso soy el Gobernador “.

Aseguró que se está trabajando en la Comarca Lagunera con un grupo especial que se llama Dragón y agregó que “si se sientan con los empresarios SERIOS ha bajado muchísimo el tema de la presión que teníamos”. Sí, con los empresarios serios, dijo. ¿O sea que los que han denunciado la extorsión no son serios, o cómo? ¿A qué se refería con empresarios serios? 

EL INCUMPLIDO ES OTRO

Pero además de estar malinformado, el mandatario estatal aseguró que algunos medios como El Siglo de Durango están enojados porque “les quité el convenio y están molestos y sacan cosas de refritos”, justificando las quejas sobre la inseguridad en La Laguna.  

“Lo que sale hoy es un refrito, es una presión que me quieren hacer para que yo diga: No, vamos a arreglarlo. Conmigo no funciona así.” Y es más, eso hace que me aleje más de ellos”, dijo ante la incredulidad de los representantes de los medios de comunicación que seguían esperando su respuesta al desplegado del sábado y que nunca llegó.

De nueva cuenta, el Gobernador no tiene la información correcta. El Siglo de Durango no tiene “convenios” con ningún Gobierno, y nunca lo ha hecho. El Siglo vende espacios de publicidad comercial para que se difundan las campañas que sus clientes crean convenientes y, efectivamente, desde hace casi un año ya no existe esa relación comercial con el Gobierno del Estado debido a la negativa e incumplimiento de saldar los adeudos que mantiene con este medio de comunicación que, por cierto, no es al único que le debe y se niega a pagar con el argumento de que no hay dinero.

ENTONCES, ¿CUÁNDO LES RESPONDE?

Al final, el Gobernador evitó responder directamente a la pregunta que le hicieron sobre qué les tenía que decir a los 13 organismos que le exigieron acciones, y no palabras, pero no hubo respuesta. Se fue contra el medio que lo publicó, evidenció que no sabe que debe dinero y, sobre todo, puso en duda la seriedad de los empresarios que se atrevieron a cuestionarlo.

Una cosa es que al mandatario estatal no le guste la crítica, nunca ha sabido aceptarla y por eso acabó perdiendo una elección a la gubernatura contra José Rosas Aispuro Torres, pero otra cosa es intentar desacreditar al mensajero porque no le gusta lo que publica. Lo que sí nos queda claro es que lee El Siglo.

Es, además, peligroso que el mandatario estatal comience a dirigir su discurso de encono contra los medios de comunicación que se han encargado de darles voz a los empresarios de todo el estado que piden auxilio ante el acoso que viven de parte de grupos criminales. Sus palabras, su tono y con todo el aparato de poder a su servicio pueden convertirse en una amenaza a la libertad de expresión, sobre todo en un país en el que la mayoría de los ataques contra la prensa son precisamente de políticos a los que no les gusta la crítica. 

Ya hay antecedentes de este tipo de situaciones en donde gobernadores, alcaldes, diputados, senadores y hasta regidores han emprendido campañas de desacreditación contra los medios y periodistas que son capaces de cuestionar su labor y resultados. ¿No fue el mismo Esteban Villegas el que expresó su apoyo y condena a un periodista local que fue amenazado vía telefónica por el exgobernador Aispuro Torres? Vaya, cómo cambian las cosas. Seguiremos esperando su respuesta para publicarla, mientras los empresarios laguneros siguen esperando que no se maquille la realidad y se dejen de lado los discursos banales